Doña Elita a sus 78 años preguntaba por su mamá, mientras que la señora de la cama de al lado gritaba que le cambiaran el pañal. Una tercera alimentaba en silencio a una cuarta que se encontraba inmovilizada en su cama.
Mientras afuera los locos de bata paseaban como si adentro no pasara nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario