Dirigido a Usted Sr. Lector...

Estimado Sr. Lector, sea bienvenido a este pequeño reducto donde la fantasía, la literatura fantástica, inclusive la ciencia ficción aún persisten, negándose a desaparecer. Un lugar donde las letras usan la tecnología como su aliada, en Pro de evadir la apatía de los bomberos incendiarios de libros.
Saludos desde este bastión anclado en mi imaginación.



Solsticio de verano

La estancia podría ser descrita como una amplia y calida sala de agradable piso de madera, iluminada por los últimos vestigios de los rayos de sol. A simple vista su estructura aparenta cierta ligereza ,dada la naturaleza de sus murallas colindantes. Las cuales se fueron confeccionadas mediante tabiques flexibles, delgados y movibles. Sin embargo, cualquier ojo algo entrenado podría notar la firmeza de las vigas dispuestas en armonia sobre su estructura central.

Independiente de la arquitectura, este ambiente alberga algo más – Pensó. Observo nuevamente a su alrededor con calma, pero esto no lo satisfizo en demasia -  ¿Es que acaso todo es móvil en este lugar? Es como estar al interior de una pajarera real.  El hombre sonrío para si mismo, ante la súbita conciencia de notar, que era así en efecto.

Los escasos implementos que alcanzaba a divisar en su entorno, hacían  exacto juego con el decorado de las vigas y murallas, algunos incluso incluían el uso de armonicos diseños floreados. El artista había utilizado colores pastel, mezclado con algunos ocres, logrando una delicada mezcla de realidad y fantasía que sumergiría con facilidad, a cualquiera que estuviera en su interior, a una apacible sensación de tranquilidad y sopor.

El olor del te, las flores del jardín, la canela de su morral, surtido con una mezcla de perfumes e inciensos más lejanos, podía percibirse sutilmente alrededor.  Desde fuera de la sala sólo se apreciaba el tranquilo murmullo de las fuentes de agua exteriores, interrumpido ocasionalmente por el salpicar de alguno de sus habitantes.

Este lugar es embriagador a los sentidos, en nada comparable con lo que sucede en el exterior – Medito cabizbajo. Relajo un poco los músculos de sus hombros, corrigió su postura, al tiempo  en que se atrevió a estirar su mano, para alcanzar uno de los bocadillos que la criada había dejado horas atrás. Cuando se encontraba a punto de masticar, sus pensamiento lo detuvieron.
¿Cuándo deje de escuchar a los grillos y los pajaros de alrededor? o ¿es que nunca existió? - repaso en su cabeza todas las alternativas que le parecieron plausibles, para luego levantarla la vista y mirar por centesima vez a su alrededor.

Sentada en silencio en el borde de la puerta que daba a la terraza, se encontraba la pálida mujer de larga y lisa cabellera negra, que sabia con certeza, seria su anfitriona.

Capitulo 1

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