Dirigido a Usted Sr. Lector...

Estimado Sr. Lector, sea bienvenido a este pequeño reducto donde la fantasía, la literatura fantástica, inclusive la ciencia ficción aún persisten, negándose a desaparecer. Un lugar donde las letras usan la tecnología como su aliada, en Pro de evadir la apatía de los bomberos incendiarios de libros.
Saludos desde este bastión anclado en mi imaginación.



Cartas sin enviar, simplemente nunca llegaron al olvido.


Estimado Teniente Faldgan

Añoro su presencia y buena disposición, para debatir sobre temas, siempre tan irrisorios, rebuscados y banales que tan a menudo en su opinión, sólo eran justificables por mi persona. Aprovecho esta instancia para comentar los adelantos incurridos durante el último tiempo, en esta compleja búsqueda personal, siempre tan característica de mi ser. Por encontrar aquella estampa, capas de presentar tal grado de antagonismo sostenido, que sea capas de forzar mi retórica a cruzar límites aún más allá, de lo que a veces en la soledad de mi recamara, me atrevería a soñar.

Mi impresión es sencilla, me entristezco al evocar con frustración, el sentimiento de que a mi pesar, me embotello al carecer de desafíos. Veo como la vida se estanca en la desidia cotidiana, adentrándome un paso más en dirección al vacío que tanto temo. Comienzo a creer en la existencia de una teoría que me atormenta, la cual preferiría desechar con más que tan sólo justa razón. 

Sin embargo, no todo es desazón en este lado del continente. Me encuentro en una situación inmejorable desde la perspectiva económica, los cercanos, mis queridos e incluso aquellos contertulios de cuya presencia solimos disfrutar en más de alguna ocasión, gozan de tan buena salud como de buena situación.

No puedo decir que gozo de licencia para entristecerme. Desde mi ubicación observo con tranquilidad al mar, disfrutando su música entrar por la ventana. Conservo el acceso a la biblioteca que encargó a mi padre y a la cual, he aportado algunos otros tomos, a la espera de su retorno. Mis progresos en dibujos, son tan lastimeros como siempre, cosa que asumo a usted no le tomara por sorpresa. Lo que si me enorgullece son los avances en equitación, cada día me acerco más al manejo de “la técnica” de la cual hablamos tanto. Espero que, con algo de tiempo y con la consecuente autorización de mi tutor, podré asistir a la competencia estival, cada día me acerco más a la edad requerida para dicho ingreso.

Lo demás lo narrare en persona, a su regreso, es importante contarle sobre los nuevos acontecimientos, pero reservare el secreto hasta su retorno.

Se despide con toda devoción y afecto.

Miss Evolet Le Fair.
Primavera de 1870.

2 comentarios:

  1. ¡Me encantó la carta, Nico! Creo que logras ese aire perdido de otros tiempos, en los que las cosas debían insinuarse antes que decirse, susurrarse en vez de gritarse.

    No sé por qué, pero me dio esa percepción de modelo epistolar mezclado con Austen; es, sin duda, un trabajo súper girlish, pero créeme cuando te digo que... ¡aún así me gusta!

    Eso sí, cuidado con la palabra "capaz". Es siempre con "z" al final, y no con "s" :P

    Saludos cordiales,

    F.

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  2. wuajajaja!! agradezco mucho la corrección! basta de errores ridículos por default!

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