El cielo, esa cosa extraña. Nada insípida que se halla más allá del límite del mar… Ese extraño lugar donde el sol parece flotar. Siempre me fue extraño pensar que como seria estar seco, tal vez arrugado, mas era una idea extraña, nada más.
Lo importante ahora era lograr ser parte ser parte del próximo navío tortuga que partiría al confín oriental…comercio, intercambio, vendo, cambio, troco tal vez por algo mejor, a veces por algo tan solo un poco peor. Eso debería ocupar mi cabeza en estos momentos…
Pero ahora que nos hallamos aquí, recorriendo las profundidades de este inmenso océano, cada vez más cerca del anhelo de ver el confín alla donde se seca el mar. No puedo evitar pensar en… ¿Cómo serán aquellos que viven de aire, en esos extraños palacios flotantes, allá más allá del límite oceánico?
Sabia que el objetivo de la avanzada era establecer que el perímetro estuviera limpio, rutina de cada 3 años, chequear las compuertas de aire, revisar los niveles de líquido y acercarnos a esa extraña capa de metal, que se encontraba anclada a poca distancia de la superficie….se supone que hace solo 15 años fue la ultima vez que se discutió la posibilidad de aumentar los intercambios, pero el acuerdo quedo sellado dejando solo algunos puntos de canje. Desde ese momento solo algunos pocos entran en contacto con ellos…
Pasamos el último arrecife y avanzamos despacio, flotando a media distancia del suelo, “tal cual establecía el manual.” Mire al siguiente a mi cargo en silencio… todo parecía estar en su lugar, nos habían reportado movimientos extraños mas allá de los limites del subreino… tal vez otra vez corsarios, o simplemente una migración de colonos provenientes de las tierras salvajes…
Recogí parte del largo cabello que flotaba en el agua junto alguna algas, removí la concha de nácar que me colgaba del cinturón, junto a otros artefactos menos amigables y tome la iniciativa de avanzar…tal vez, solo sean nuevos colonos quise pensar. Los demás miembros de este lance me siguieron en silencio, cada uno tomo lo que juzgo necesario… En estos días no era extraño ver corsarios y busca tesoros en terrenos frecuentados o de escaso acceso. Habíamos nadado corta distancia, cuando sentimos el arrullo, seguido de la onda calida y la fetidez provocada por la sensación de sangre a medio podrir que inundo el agua nuestro alrededor, ya no podíamos volver nos encontrábamos a campo traviesa.
Escamas.- Pensé. Quedaba solo apretar los dientes y resistir lo que se pudiera, solo hasta que fuera imperativo hacer sonar la alarma del cuerno…El escuadrón sin emitir un sonido tomo formación de batalla, éramos 12 hombres entrenados, aunque ninguno esperaba este encuentro… el agua a nuestro alrededor empezaba ya a calentarse por oleadas.
Espero al menos que este sea la cría y no uno de los grandes. Escuche decir a modo de broma detrás de mi. Las carcajadas fueron generales. Lo bueno es que si conseguimos salir de este chance, seguro me dan la plaza vacante que queda en el tortuga del confín Oriental…ahora mas seguro, sonrei.
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